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martes, 25 de noviembre de 2014

#48

Soy una persona que vive de los impulsos, que siempre he creído que lo que está bien o mal solo depende de lo que te haga sentir a ti. Por eso mismo unido a lo caprichosa que soy, me hace derivar en la mayor parte de mis problemas ya que nunca me paro a pensar simplemente lo hago. Por esos impulsos la he liado, he hecho daño a mucha gente a la que quiero muchísimo. Y saber que he hecho mal a gente que lo ha dado todo por mí, sinceramente me mata.
Me considero una persona, extrovertida, me gusta estar siempre sonriendo y haciendo sonreír a los demás con mis tonterías. Pero sabiendo que hay gente con la que no voy a poder cruzar más una palabra, que ya no se van a fiar de mi, que no me quieren cerca, ni ver siquiera… me apaga de más.
Supongo que podría compararme con una flor, una flor bonita llena de color, de esas flores que dices “que bonita” que trasmite alegría. Pero esa flor como cualquier ser vivo necesita de agua, suelo y luz, lo cual podría compararse a los pilares que necesito yo para estar bien, amistad, familia y amor. Y ¿Qué pasa si una flor no tiene cualquiera de los elementos esenciales? Que se empieza a marchitar y la flor bonita se va apagando cada vez más y más hasta que termina siendo eso… solo una flor marchita. Algo así es básicamente lo que me pasa a mí que por ser una inconsciente  ha ido perdiendo partes de las cosas esenciales para vivir, lo cual me apaga y me reconcome. Es como la flor que tiene poca agua, sigue viva pero ¿en qué condiciones?
Todo esto además lo tengo que enlazar con el querido thc, el cual hace que todos esos problemas salgan de mi cabeza durante un tiempo, que todo se vea más bonito, es como una tirita por así decirlo. Pero… ¿Qué pasa? Que si yo ya tengo cosas en la cabeza que no están como debiesen estar, eso unido con los porros en grandes cantidades diarias para ahogar las penas hace que todo vaya aún más a peor. La cosa es que ya llevo tanto utilizándolos para no pensar que ha llegado a ser una adición como lo puede ser el tabaco. Es ironico, como intentas salir de la mierda pero no haces más que meterte hasta el fondo.
La verdad no sé cómo seguir, como tirar para adelante, cuando todo mi mundo se me ha caído encima, todo lo que m e ha costado tantos años construir se ha derrumbado, como todo esto me ha hecho una persona más solitaria, a la que cada ve la cuesta más expresarse con los demás. También ha cambiado mucho mi forma de verme a mí misma y eso es la guinda del pastel, porque no hay nada más triste que odiarte a ti mismo.





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